LAS TAREAS FORTALECEN LA PERSONALIDAD DE LOS ALUMNOS

En la actualidad, y con todas las reformas que se han hecho a la educación, se han cuestionado muchos aspectos sobre el proceso de aprendizaje que tienden a descartarse o a potencializar. Parte del último ejemplo es la importancia que recientemente se ha dado a la materia de artes y cultura física, pues se ha reconocido que el aspecto físico y socioemocional de los alumnos es fundamental para su pleno desarrollo como personas.

Entre los aspectos que se han cuestionado, entre otros, han sido la importancia que las tareas tienen dentro del proceso de aprendizaje, pues se les ha llegado a considerar como un medio innecesario y limitado; en cambio, se llega a cuestionar si estos trabajos extras pueden ser causa de estrés entre los alumnos, a quienes se les puede presionar demasiado con esta carga extra de trabajo diario.

Sin embargo, hoy queremos hablarte sobre un papel ya olvidado sobre la importancia de estos quehaceres del hogar. Y para esto, queremos compartirte la visión que la revista Journal of Research in Personality ha publicado a través de un artículo donde se afirma que las tareas fomentan un cambio en la personalidad de los niños. Dichos cambios pueden presentarse como un sentido de responsabilidad, de compromiso, de constancia e incluso resilencia. Quédate para descubrir algunos de estos beneficios que las tareas suponen y que, han sido menospreciadas dentro de este debate sobre si deben mantenerse dentro del aula o eliminarse del programa curricular.

El estudio

Dicha investigación, tomó como muestra a 2760 estudiantes alemanes de dos instituciones diferentes, centrándose en alumnos que cursaban secundaria. A estos estudiantes se les hizo un seguimiento durante el periodo que comprendía del primero al tercer año de secundaria, haciendo evaluaciones y cuestionarios cada año.

Durante estas observaciones, se les aplicaba un cuestionario a los alumnos para que ellos mismos definieran cuál era su grado de responsabilidad con respecto a la entrega de sus 10 ultimas tareas, poniendo especial atención a las materias de matemáticas y lengua.

Una vez hecho este primer diagnóstico, se hacía una encuesta con los padres de cada alumno para que ellos, a su vez, evaluaran la capacidad de responsabilidad que pudieran notar en sus hijos, considerando si los notaban desorganizados, ordenados, responsables o negligentes en sus tareas cotidianas.

Una investigación anterior había arrojado datos sobre cómo el sentido de responsabilidad disminuía durante la adolescencia a causa de los cambios que supone esta etapa. Por esto, esta nueva investigación tomó como referencia también el pasado académico de los estudiantes. Así fue como se encontró que los alumnos (niños entonces) entre 5to y 8vo grado que cumplían constantemente con sus tareas, tuvieron un aumento en este factor durante la adolescencia. Por otro lado, quienes habían sido menos atentos con sus tareas durante el mismo periodo, podían tener un descenso mucho más pronunciado de responsabilidad, entrando a secundaria.

El valor del trabajo en casa

Como hemos mencionado, durante los últimos años se han venido aportando diversos enfoques pedagógicos sobre el uso de las tareas dentro de las instituciones. La principal razón es que estas comienzan a considerarse como excesivas, innecesarias y hasta inútiles cuando se habla del proceso de aprendizaje que los alumnos necesitan.

Tampoco podemos negar el hecho de que muchos alumnos se enfrentan a una saturación de trabajo, lo que implica someterlos a una cantidad excesiva de estrés si consideramos la edad y la etapa en la que estos alumnos se encuentran. Sin embargo, lo que este artículo devela, es que las tareas pueden ser muchas cosas, pero no innecesarias. Y en este sentido, sería una equivocación vetarlas completamente de los sistemas escolares.

En una menor medida, las tareas pueden ser beneficiosas para el desarrollo de los alumnos por el reto que esto representar en cuanto a la formación de su carácter. Consideremos también que las actuales generaciones están sufriendo cada vez más por la falta de responsabilidad que no ha sido inculcada y por la cultura del placer inmediato, lo que propicia que los jóvenes adultos no sepan esforzarse constantemente por un objetivo a mediano o largo plazo.

Si retiramos esta herramienta, aparentemente inservible, podemos estar negando una posibilidad para que las futuras generaciones aprendan algo invaluable: en la escuela, en la familia, el trabajo y la vida, la responsabilidad es la madre de todos los grandes logros.