La motivación es la mejor herramienta que podemos utilizar para involucrar activamente a nuestros alumnos con su proceso formativo dentro del aula. Una correcta motivación facilita el interés y fomenta un espíritu de autoaprendizaje.

Sin embargo, el llevar este elemento a nuestras clases en ocasiones puede presentar el desconocimiento por parte del docente para aplicar las herramientas adecuadas al motivar a nuestros alumnos, y por esta razón en este blog queremos hablarte sobre lo que es la motivación, así como sugerirte algunos recursos que puedes utilizar en tus alumnos para mantenerlos interesados en tu materia.

En distintos aspectos de nuestra vida, la motivación es el motor que nos impulsa a lograr nuestros objetivos. Pensemos por un momento en algo tan simple como tomar una ducha, ¿qué razones existen para hacerlo? Quizá es porque queremos cuidar nuestra apariencia para una entrevista de trabajo, o para atraer a la persona que nos gusta, o simplemente porque nos disgusta sentirnos sucios o cansados, y muchas otras razones. En algo tan simple y cotidiano, que no pensamos demasiado, existe una motivación muy personal que nos impulsa a realizarlo. Sin motivación, el mundo no giraría.

Esta motivación puede estar creada por necesidades, incomodidades, deseos, gustos o expectativas.

Al hablar del proceso de aprendizaje, para un alumno el estar o no motivado representa el catálogo de razones por las que se llega a involucrar con sus estudios. Un alumno no motivado puede ser un reto para un docente, y aunque inculcar esta motivación muchas veces está lejos del alcance del mismo profesor, a través de las clases se puede buscar involucrar al alumno dentro de una dinámica atractiva para la materia.

Motivación social: Uno de los tipos de motivación más comunes suele ser sobre la pertenencia a un grupo social. El ser aceptado socialmente puede impulsar a un alumno a mejorar sus calificaciones, sin embargo es necesario recalcar que este tipo de motivación es dependiente de la percepción de otros, lo que puede ser contraproducente en muchos casos.

Motivación a la asignatura: Es cierto que nuestras personalidades empatizan más o menos con cierto tipo de conocimientos. Hay quienes sienten una mayor afinidad con las artes, las ciencias exactas, las ciencias naturales o el atletismo. Aun cuando hay una predisposición hacia cierto tipo de asignaturas, el profesor encargado puede generar mucho interés por parte de sus alumnos si aprende cómo atraerlos a la clase.

Motivación por meta: Las recompensas son el mejor estímulo para enganchar a los alumnos con su formación. Los premios o regalos se otorgan a quien hayan cumplido con los resultados que se esperaban para la asignatura.

Motivación personal: Esta es quizá el tipo de motivación más subjetiva pues atiende a la autoestima que cada alumno tiene hacia sí. El que los alumnos interioricen una razón muy personal sobre cómo un objetivo logrado puede satisfacer su propia necesidad de superación es guiado por un espíritu positivo y propositivo.

Las estrategias que queremos compartir contigo son cosas muy simples que puedes implementar con facilidad en tus clases, y conociendo los tipos de motivación que existen, puedes regular mejor la aplicación de las mismas.

• Justifica o da una razón del porqué es importante aprender lo que se ve en la asignatura.
• Propón actividades en las que utilicen distintas capacidades para solucionarlas.
• Explica los objetivos y fines de la materia o del tema a tratar.
• Aplica los contenidos y conocimientos que se vieron en clase a situaciones cotidianas en las que los alumnos puedan aplicarlas.
• Los errores son parte del aprendizaje, no los califiques como un problema del alumno.
• Plantea que la reflexión, el razonamiento y la comprensión son la mejor manera de solucionar un problema.
• Exponles el tema de una manera ordenada, lógica y atractiva.
• Fomenta los trabajos en equipo para incentivar a tus alumnos a socializar y aprender de las opiniones de sus compañeros.

Cada profesor tiene una manera de motivar a sus alumnos, y nosotros solo quisimos sugerirte algunos tips sobre qué podrías incluir en tus clases para mejorar lo que ya sabes hacer.

Esperamos que estos consejos te sirvan y que visites nuestras demás entradas para conocer distintas herramientas que pueden apoyarte en tu quehacer docente.