Las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICs) ya son una herramienta corriente dentro del aula, ya sea por elección de los docentes o de los alumnos. Los niños de hoy son nativos digitales, están en permanente interacción con el celular, el computador o la tablet desde muy pequeños. Para muchos de ellos es impensable abordar el aprendizaje sin estos dispositivos, algo que para muchos padres es motivo de preocupación.

En ese sentido, ¿cómo afectan las plataformas interactivas a aprendizaje de la lectura? Este momento tan crucial en la educación básica es determinante para el resto de la escolarización, y el uso de plataformas interactivas puede ser un gran aporte al proceso, pero ¿de qué forma? Veamos:

Enfoque en la comprensión y la fluidez

Según diversos estudios, los problemas en la comprensión de textos tienen su origen en la falta de fluidez en la lectura. Estas dificultades deben abordarse durante los primeros años de educación básica para que el estudiante logre mejores resultados en el futuro.

Por ejemplo, existen herramientas tecnológicas que sirven de tutores para guiar la lectura de los niños. Esto funciona como soporte para mejorar su fluidez en la lectura, adaptándose a sus propios ritmos. Por otro lado, plataformas como Kidint están especialmente diseñadas para fomentar el aprendizaje de los alumnos aprovechando las posibilidades que brinda el entorno digital. Gracias a este tipo de herramientas, la lectura se vuelve algo entretenido para los pequeños, estimulando sus capacidades intelectuales al integrar texto, imagen y sonido.

Gamificación para motivar

Una buena forma de captar la atención de los niños mientras aprenden es incorporar dinámicas de juego. Esto se llama Gamificación, lo que implica volver más atractivo el proceso de aprendizaje al convertirlo en una suerte de entretenimiento donde se puede ganar puntos (o perderlos) y avanzar niveles. Todo, en un contexto de estimulación intelectual.

La interactividad de los juegos es quizás lo que más engancha a los niños. Además, es una forma de potenciar las capacidades de los estudiantes con dificultades para concentrarse, ya que la actividad les resultará más social que educativa y podrán incorporar conocimientos mientras “juegan”.

Aprendizaje de letras y sonidos simplificado

Las actividades de lectura para niños apoyadas en herramientas tecnológicas facilitan el aprendizaje de las letras y sus correspondientes sonidos, la base estructural de la alfabetización.

El uso de material audiovisual es un complemento ideal para que el docente pueda guiar a los estudiantes en el aspecto fonológico. A través de videos y audios, los niños podrán entender qué letra corresponde a cada sonido, mejorando la fluidez en la lectura. El objetivo es que el alumno no adivine palabras, sino que las comprenda.

Un proceso educativo personalizable

Por medio de actividades de lectura para niños que se apoyen en herramientas tecnológicas, se puede personalizar el proceso educativo para adaptarse a las necesidades de cada alumno. Generalmente, estas plataformas tienen distintos niveles de aprendizaje, adaptándose a las habilidades de cada estudiante.

Utilizar la tecnología para estimular el aprendizaje de la lectura permite derribar las barreras propias de aquellas metodologías que ofrecen lo mismo a todos los alumnos, sin tener en cuenta que cada persona tiene procesos de aprendizaje y capacidades distintas.

Curiosidad y motivación a flor de piel

La tecnología permite despertar la curiosidad de los niños y motivarlos a seguir descubriendo. Al integrarla a los procesos de lectura -con actividades dinámicas y atractivas-, se puede generar un compromiso en el alumno, que lo incitará a querer continuar con el aprendizaje.

Las plataformas interactivas suelen despertar el interés de los niños y los hacen sentir cómodos dentro de este ambiente de aprendizaje. Además, si se trabaja en grupo, el desarrollo de la lectura se convierte en una actividad que involucra a los compañeros, pasando del clásico esquema individual y rígido a uno dinámico y estimulante.

Facilitar la expresión y el pensamiento computacional

Las TICs ayudan a los niños a expresarse por cuenta propia. Utilizar plataformas tecnológicas en las que los niños tengan una participación constante los motivará a comprometerse con el aprendizaje de la lectura.

El pensamiento computacional es la lógica detrás de los procesos informáticos y cada vez más se incorpora en la enseñanza básica. Un claro ejemplo de ello es el Plan Nacional de Lenguajes Digitales, el cual comenzó en agosto de 2018 y que busca “Impulsar la transformación digital del país, motivando a estudiantes y entregándoles herramientas que les permitan aprender a programar por cuenta propia, y capacitando a docentes en el uso de herramientas que contribuyan a promover la enseñanza del pensamiento computacional y la programación en el aula“.

El pensamiento computacional es una habilidad cuyo desarrollo se torna sumamente necesario en la actualidad. Iniciativas como el plan citado anteriormente, y el uso de plataformas digitales para aprender a leer, constituyen grandes instancias para hacerlo. Aunque parece una temática compleja, puede aplicarse paso a pasos desde los primeros años.

El rol del docente será fundamental en todo este proceso. De nada sirve incorporar la tecnología a la lectura sin definir objetivos concretos y medibles. Como hemos visto, las herramientas educativas tecnológicas pueden ser de gran ayuda, pero deben utilizarse de forma guiada para orientar el proceso hacia el aprendizaje y desarrollo de la lectura.