Es innegable que la tecnología ha dado luz a muchas alternativas de entretención. Sin embargo, también proporciona herramientas para mejorar la educación y la enseñanza.

Son muchas las instituciones educativas que están instaurando modelos donde las aplicaciones educativas suplen las necesidades tecnológicas de los alumnos. En enero de 2018, la Comisión Europea -el órgano ejecutivo de la Unión Europea- creó un plan de acción con el objetivo de apoyar el desarrollo de competencias digitales y el uso de las tecnologías en la educación, resaltando la importancia de la innovación en la sala de clases.

Al respecto, Sandra Patricia Verela -española licenciada en educación infantil- argumenta que “nos encontramos en una nueva era de nativos digitales, en el mundo de la imagen, por lo tanto, desconocer que el aprendizaje también ocurre a través de estos recursos no tiene sentido. La escuela debe incorporarlos, pues a través de estos también se lee y se escribe. Los libros también están allí y se puede acceder a ellos desde estos dispositivos”.

De esta manera, la masificación del uso de dispositivos móviles está cambiando la manera de aprender en la sala de clases. A continuación, revisaremos cuatro ventajas de las aplicaciones educativas:

1. Enseñanza de forma interactiva y personalizada

Las aplicaciones enfocadas en la educación utilizan el medio audiovisual para entregar el contenido. La elección de este tipo de canales por parte de los docentes -en el nuevo concepto de la sala de clases- radica en que poseen una mayor capacidad de captar la atención del alumno y complementan las explicaciones de manera más sencilla que los medios tradicionales.

Además, simplifica el proceso de enseñanza en el aula. Un profesor puede verse obstaculizado por la cantidad de alumnos a los que tiene que repartir conocimientos, ya que cada uno de ellos tiene habilidades y necesidades diferentes. En ese contexto, una aplicación educativa entrega contenidos personalizados, teniendo en cuenta el ritmo de cada estudiante y su progreso: cada alumno tiene el tiempo necesario para asimilar cada concepto sin retrasar a sus compañeros. De esta manera, el docente puede entregar ayuda personalizada según la propia necesidad del estudiante.

2. Mayor capacidad de recopilar información y distribución

Una encuesta realizada a docentes en España por la consultora de innovación educacional Innedu, estableció que el 43% de los profesores pronostica que -en lo próximos 10 años- la educación será impartida de acuerdo a las necesidades individuales de los alumnos y que un 38% de los encuestados estima que los textos de estudio tradicionales desaparecerán.

El uso de una aplicación educativa en lugar de un texto de estudio tradicional es más eficiente, porque al momento de recopilar y distribuir el contenido, se soluciona el problema de la limitación del espacio. Una cantidad significativa de material conlleva la utilización de libros de grandes proporciones, lo que puede desalentar al estudiante al visualizar el material que tiene que ser asimilado. Las aplicaciones educativas ofrecen una solución a esa problemática, ya que pueden contener una gran cantidad de datos escondidos, evitando sobrecargar al alumno.

3. Simplifican contenidos complejos

La enseñanza de un idioma extranjero o de una asignatura de ciencia exacta requiere de cierto grado de sistematización y de dificultad. Una formación pedagógica, apoyada con recursos didácticos desde el inicio de la etapa escolar, puede disminuir de forma considerable -por ejemplo- el bajo nivel de inglés que se presenta actualmente.

Los recursos tecnológicos incorporan técnicas de juego con el fin de simplificar asignaturas complejas y mejorar las habilidades. Sistemas de puntos, ranking o entrega de premios son algunos de los elementos que se están aplicando en la sala de clases para despertar el interés y compromiso de los alumnos.

4. Búsqueda de contenido según fuentes de interés

Cada niño tiene intereses particulares. En una sala de clases convencional y rígida es posible que se pierdan grandes capacidades individuales al momento de entregar una formación uniforme.

Sin embargo, la implementación de las aplicaciones educativas está cambiando este escenario. Estas herramientas permiten que el usuario pueda navegar en un mundo de conocimientos de acuerdo con sus áreas de interés.

Es así como estos recursos están rompiendo los límites y reconfigurando la experiencia del aprendizaje. Ahora, la sala de clases no es el único lugar en donde se imparte la enseñanza, pues los alumnos pueden seguir aprendiendo desde la comodidad de su hogar.

El colegio debe contener un ambiente enriquecedor que potencie y respalde los nuevos instrumentos tecnológicos. El informe realizado por Costa Digital sobre el uso de celulares y aplicaciones en el aula en 2017, reveló que “el uso de estos nuevos recursos responde a las características e intereses de los nuevos estudiantes: niños y niñas más críticos, creativos, conectados, visuales, que demandan más protagonismo en las aulas”.

Por lo tanto, la incorporación de métodos de enseñanza flexibles -mediante aplicaciones educativas que complementen la labor pedagógica de los docentes- es una alternativa que se masifica debido a sus ventajas en el proceso formativo de los niños.