Cuando se integran herramientas digitales a los procesos de enseñanza en el aula, es posible diseñar y ejecutar experiencias de aprendizaje novedosas, capaces de conservar en mayor medida la atención de los alumnos e inducirlos a procesos eficaces de retención de conocimientos y habilidades.

Adicionalmente, dada su flexibilidad y versatilidad, la tecnología se adapta fácilmente a los entornos educativos y permite que los estudiantes puedan seguir ritmos de aprendizaje distintos. Dice Rob Curtin, director mundial de Educación Superior de Microsoft, que “los estudiantes más aventajados pueden tener a su disposición contenidos adicionales y aquellos que necesiten un refuerzo, pueden recurrir a materiales de apoyo para reforzar aquello que aprenden en clases”.

En la actualidad, los estudiantes modernos, nativos digitales en su mayoría, muestran mayor predisposición a la incorporación de herramientas tecnológicas en el aula que las generaciones anteriores. A la fecha, ya son varios los establecimientos educativos que han implementado planes estratégicos de aplicación de tecnología en su programa educacional.

En Estados Unidos, por ejemplo, en los salones de clases de PREK-12 son comunes materiales de aprendizaje digital como videos didácticos online, sitios web de investigación y aplicaciones y software educativos.

Entonces ¿cómo crear nuevas experiencias de aprendizaje con ayuda de la tecnología?

El diseño de experiencias de aprendizaje para una sala de clases debe ir mucho más allá de la adopción de algunas tecnologías. Para empezar, se requiere un cambio en la cultura del recinto educativo, donde padres, administradores, docentes y directivos se convenzan de que la digitalización le aporta valor a la enseñanza.

Por supuesto, el diseño de cada experiencia depende de los recursos económicos, humanos y tecnológicos de cada institución, así como de su plan curricular, modelo pedagógico y objetivos para cada nivel de enseñanza. Sin embargo, en términos generales, se puede decir que la tecnología puede crear experiencias de aprendizaje novedosas al ser integrada en el aula de clase de las siguientes maneras:

Colaboración

Herramientas para desarrollar proyectos colaborativos hay bastantes. Lo importante es que el trabajo de los estudiantes vaya mucho más allá de compartir el mismo documento desde diferentes dispositivos. Lo ideal es que trabajen juntos mientras se sumergen en nuevos contenidos, comparten conocimiento, se retroalimentan mutuamente y aplican lo que han aprendido en el aula.

Una buena forma de implementar esta experiencia de aprendizaje es pidiéndole a los estudiantes que inicien sesión en una presentación compartida y combinen sus esfuerzos de investigación logrando un producto final de alta calidad. Esta actividad es aplicable fuera del aula (como tarea para la casa), pero también los docentes pueden coordinar en el salón de clases actividades entre grupos de estudiantes de diferentes jornadas, clases, e incluso instituciones o zonas horarias. Es, de hecho, una excelente alternativa para el intercambio de bagajes culturales y la construcción de conocimientos mucho más integrales que los tradicionales.

Búsqueda de respuestas

Los maestros pueden emplear las herramientas digitales para guiar a los estudiantes en la exploración del mundo en la web y la búsqueda de soluciones a esos interrogantes que aún no se han formulado o que ya se formularon y no tienen una resolución plausible.

Ello implica que los educadores modelen sus propias investigaciones y estrategias para evaluar sitios web y recursos en línea, así como la posibilidad de integrar a la investigación, de manera eficiente, los recursos fuera de línea (como los libros en papel), que todavía albergan grandes volúmenes de información sin digitalizar, y que deben ser llevados a la web para aportar a la democratización del conocimiento.

Conectar el aprendizaje con una audiencia

Compartir con una audiencia las experiencias de aula y los conocimientos adquiridos puede hacer que el aprendizaje sea más significativo para los estudiantes. Las tecnologías de hoy en día lo permiten. El blog, las redes sociales y las plataformas para compartir contenido son una excelente opción para construir audiencia en torno a los aprendizajes desarrollados y adquiridos en el aula.

Descubriendo cosas nuevas

Las herramientas digitales pueden ayudar a los estudiantes a profundizar en aquellas temáticas que despiertan su curiosidad. La tarea del docente, en este caso, es impulsarlos a preguntarse por el mundo que los rodea, y a partir de esos intereses, aprender mediante los recursos online que tiene a su disposición (sitios académicos, enciclopedias, foros especializados, e incluso las aplicaciones de mensajería para entrevistar a expertos, etc.).

Esta dinámica puede adelantarse mediante proyectos pedagógicos basados en un interrogante concreto. Por ejemplo, el estudiante puede preguntarse: ¿de dónde salieron las enormes estatuas moái de la Isla de Pascua? A partir de esta interrogante tiene la posibilidad de reconstruir la misteriosa cultura ancestral de la etnia Rapa Nui mediante contenido especializado que circula en la web, y recorrer la isla a través de imágenes digitales, vídeos y testimonios de aquellas personas que la conocen.

En este paradigma educativo, la enseñanza se ha desplazado hacia proyectos de aprendizaje individuales o grupales en los que el docente es un recurso educativo que facilita la adquisición de conocimiento y habilidades, responde preguntas, proporciona asesoramiento y orienta. Un papel fundamental, pero que difiere a la función del maestro tradicional.

Para poder desarrollar con éxito experiencias de aprendizaje de este tipo, la institución debe contar con conexiones Wi-Fi robustas, tabletas, computadoras y acceso a softwares colaborativos, de comunicación, didácticos y educativos.